Cuando me fui de tu vera
de nadie me despedí
pero mi alma enamorada
quedó prisionera ahi.
Tiré una moneda al Iregua
y un deseo le pedí...
Sentí miedo...sentí frío
porque...al mirarme en el río
estabas tu junto a mí.
Podré no verte
podré no hablarte
pero lo que nunca podré
es dejar de amarte.
0 comentarios:
Publicar un comentario